Tras más de 25 años promoviendo el desarrollo sostenible y la innovación, el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables de Tenerife (ITER), organismo dependiente del Cabildo de Tenerife, se ha convertido, hoy por hoy, en un centro de investigación de referencia internacional en energías renovables, ingeniería, telecomunicaciones y medio ambiente. En la actualidad, 200 trabajadores, 12 centros de trabajo y 12 empresas conforman el Grupo ITER , integrado en el Club Licita Tenerife.
Desde su creación en 1990, el ITER ha tenido presencia internacional en más de 30 países y ha participado activamente en distintos programas europeos, habiendo desarrollado más de 200 proyectos de I+D+i con socios procedentes de la mayoría de regiones europeas. A su vez, ha actuado como asesor tecnológico y científico de numerosos organismos, como la Comisión Europea, el Cabildo de Tenerife, la Agencia Española de Cooperación (AECID) y numerosos gobiernos e instituciones internacionales.
En los últimos años, conscientes de la importancia de las Islas Canarias como plataforma tricontinental entre Europa, América y África, el ITER ha llevado a cabo numerosos proyectos de ámbito internacional orientados a la transferencia tecnológica y a la cooperación al desarrollo, exportando know-how a otros países y archipiélagos.
Uno de estos proyectos interesantes en los que ha participado el ITER fue el Programa EURO-SOLAR, donde prestó Asistencia Técnica a la Comisión Europea en energía renovable y medioambiente desde el año 2006 hasta el 2012. Este programa, que es una iniciativa regional de la Oficina de Cooperación de la Comisión Europea (EuropeAid), tenía como principal objetivo la promoción de las energías renovables como motor de desarrollo humano en los ocho países más desfavorecidos de América Latina: Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú para contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las comunidades rurales, apoyándolas en su lucha contra la pobreza, el aislamiento y la marginalización provocados por sus condiciones socioeconómicas.
El programa se centró en la instalación de 600 sistemas de electrificación rural mediante energías renovables en comunidades aisladas, ofreciendo un largo abanico de posibilidades en telefonía, educación, salud y, de manera general, en el acceso a la información, a fin de promover un desarrollo sostenible en estas comunidades rurales. Los beneficiarios finales del Programa y propietarios de los kits fueron más de 300.000 personas de 600 comunidades rurales, que no tenían en aquel momento conexión a la red de suministro eléctrico.
La importante labor del ITER durante más de seis años consistió en dar soporte tecnológico a la Comisión Europea para el desarrollo de. programa EURO-Solar en lo referente al diseño, control de calidad de suministros, funcionamiento de los sistemas y evaluación del programa y formación.
Euro-Solar se abordó como un programa integral, ya que no se limitó tan solo a la instalación y puesta en marcha de los equipos, sino que también incluyó la capacitación a miembros de las comunidades para la gestión y el mantenimiento de los kits y el apoyo en el desarrollo de servicios básicos en las áreas de educación y tecnologías de la información, promoción de la salud y actividades sociales y productivas.