• Destaca la ejemplaridad de una pieza singular de carácter industrial, hoy convertida en un escenario insólito e irrepetible de cultura

  • Es uno de los estudios de diseño canarios con mayor proyección y reconocimiento internacional, dada la dilatada trayectoria creativa del arquitecto tinerfeño
  • La empresa forma parte de la plataforma Tenerife Lícita, promovida por el Cabildo de Tenerife y la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife

El proyecto del entorno para el Espacio Cultural El Tanque, obra del arquitecto Fernando Menis, cuyo estudio forma parte del grupo de empresas asociadas de Tenerife Licita, ha sido distinguido en los premios Gada (Global Architecture and Design Awards) 2018, en India, un galardón otorgado por Rethinking the Future en Nueva Delhi, organización que trabaja por y para las tendencias internacionales en arquitectura y diseño que miran hacia la sostenibilidad.

La iniciativa del profesional tinerfeño en este espacio de Santa Cruz de Tenerife pretende resaltar el aspecto esencial de un gran depósito cilíndrico de combustible de la refinería local (ubicada en el pasado en ese mismo lugar), pero elevado a monumento y enmarcado en un entorno elemental, un conjunto urbano que incluye su perímetro, acceso y entrada, ordenados con el fin de resaltar su estructura y su condición de elemento atemporal.

Menis Arquitectos, uno de los estudios de diseño canarios con mayor proyección y reconocimiento internacional, forma parte de la plataforma Tenerife Lícita, promovida por el Cabildo de Tenerife y la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.

Trayectoria creativa de envergadura

Con una dilatada trayectoria creativa, su fundador, Fernando Menis, ha desarrollado proyectos de amplísima envergadura en todo el mundo, caracterizados por una arquitectura sostenible, que apuesta por la innovación y la experimentación, el respeto al paisaje y a la idiosincrasia del lugar en el que interviene, una trayectoria profesional. Ha recibido multitud de reconocimientos y premios internacionales.

La intención inicial del galardonado fue mostrar la ejemplaridad de una pieza singular de carácter industrial, hoy convertida en un escenario insólito e irrepetible de Cultura, y al mismo tiempo preservar un vestigio de la memoria de la ciudad, tras cumplir veintiún años como espacio cultural catalogado Bien de Interés Cultural.

Sus posibilidades físicas y funcionales han hecho posible su incorporación a la capital tinerfeña como un espacio urbano más, un vacío cilíndrico que puede ser ocupado de forma libre por instalaciones artísticas de diferente naturaleza, ofreciendo un insólito espacio multifuncional de actividades culturales.